Llegué a los Estados Unidos en el año 2022, huyendo de la grave situación política que se vive en Venezuela. Como muchos, venía con incertidumbre, miedo y la esperanza de comenzar una nueva vida. Estaba en Nueva York, en un momento muy difícil: sin poder trabajar, enfrentando el frío intenso, y sin saber por dónde empezar.

Fue entonces cuando tomé una decisión valiente: llenar yo mismo mi solicitud de asilo. No tenía experiencia, pero tenía determinación. A pesar de los obstáculos, mi solicitud fue recibida. Ese momento marcó un antes y un después.

A partir de allí, empecé a ayudar a otros inmigrantes como yo, en Nueva York, con sus aplicaciones. Me sentí útil. Me sentí comprometido.

Un día, decidí compartir un video en TikTok explicando el proceso del asilo. Para mi sorpresa, ese video se volvió viral. Fue entonces cuando comprendí que algo importante estaba por venir: tenía una misión, una oportunidad de transformar mi experiencia en una herramienta para otros.

Desde ese instante, me preparé aún más. Estudié, me formé, obtuve certificaciones y me convertí en gestor de trámites migratorios. Hoy ayudo a cientos de personas que, como yo, llegaron buscando esperanza.

Este proyecto nació desde la experiencia, desde la verdad y desde el deseo profundo de servir. Porque yo también estuve allí, y sé lo que se siente.